jueves, 21 noviembre, 2024

El secreto detrás de los cambios alimenticios en el fútbol argentino :: Olé

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Corría el 2019 cuando Lisandro Martínez fue convocado por primera vez a la Selección. Tras conocerse la noticia, un periodista le preguntó qué imágenes de su infancia se le cruzaron por la mente cuando recibió el llamado. “Se me pasan muchas, en Gualeguay todavía seguimos viviendo en calles de tierra. De chicos solamente almorzábamos y a la noche nos tomábamos un te, era realmente duro. No hay que olvidarse de todas esas cosas porque realmente es lo que te fortalece, lo que te mantiene los pies sobre la tierra”, pronunció emocionado.

Por desgracia, la historia del central que salió campeón del mundo en Qatar se repitió en miles de chicos que, al igual que él, no tuvieron una alimentación completa durante la niñez. Sin embargo, afortunadamente, llegó un momento en el que las instituciones de Primera División entendieron que, para fortalecer sus Inferiores, debían acompañar el crecimiento de sus jugadores con un plan alimenticio que estuviese a la altura de las exigencias. Por lo tanto, muchos clubes, armaron protocolos nutricionales para Juveniles del 2010 en adelante.

Karina Gavini llegó al primer equipo de Racing de la mano de Fernando Gago, a quien conoció en Boca, institución en la que inició su carrera como nutricionista en 1999 y actualmente forma parte del departamento médico. En este contexto, Olé conversó con ella para conocer cuáles fueron los cambios que atravesó la nutrición en las últimas décadas, cómo evolucionaron los planes alimenticios tanto en Primera División como en Inferiores y qué tipo de planificaciones se organizan en base a los ajustados calendarios que tienen la mayor parte de los equipos.

-¿Cuándo se dio el quiebre en el que se dejó el famoso “sanguchito” y se pasó a una alimentación más ordenada en las Inferiores?

En edades formativas se empezó a poner foco en la alimentación del 2010 a esta parte. En muchos casos, los chicos que venían de familias con pocos recursos tenían que aprender a optimizarlos, por eso era importante la educación alimentaria. También apareció la figura del asistente social que, inclusive, forma parte del equipo de trabajo y los visita para poder coordinar. Es una realidad, antes capaz se les daba algo que terminaban compartiendo con sus hermanos porque no tenían. En ese entonces no había otras herramientas y ellos se encontraban con una ciudad nueva, algo completamente diferente a lo que veían en sus casas, incluso viviendo en una pensión, sintiendo el desarraigo. Todas las cuestiones emocionales antes no se visibilizaban y también influían. Hoy por hoy, la mayoría de los equipos juveniles entrenan a la mañana y a la tarde van al colegio. Como nutricionistas tenemos que gestionar toda la comida para ver cómo se alimenta un chico a lo largo del día y que pueda cumplirlo: evaluar si recorre grandes distancias para ir al club o a la escuela, si tiene malas elecciones o no. Vamos interactuando para darle herramientas. En muchos equipos grandes los juveniles tienen desayuno y almuerzo con colaciones y también reciben una ayuda económica o una vianda.

-¿Qué cambió para que la alimentación de los futbolistas sea más inteligente?

-De a poco aparecieron alimentos deportivos y recursos nutricionales que ahora se emplean hasta en juveniles. Antes todos los alimentos ultra-procesados se utilizaban como colación, era algo común. A lo largo del tiempo hubo cambios en la hidratación y la suplementación pero también se implementó la educación alimentaria, algo clave que tiene poco costo para ver cómo pueden potenciar mejores elecciones a la hora de comer, incluso ver cómo pueden trabajar los permitidos. A su vez, los futbolistas con más recursos se hacen estudios genéticos en los que se les analiza la microbiota.

-¿Una buena alimentación puede prevenir lesiones?

-Un auto que tiene un mal combustible o está con poco líquido se puede fundir, pero antes da señales de alarma. De la misma manera pasa con un jugador que no se alimenta bien: está más cansado, no se recupera y está más fatigado. El costo de una mala nutrición puede ser una fatiga muscular. Esa fatiga se retrasa con hidratación y una buena elección. Antes era simplemente que coma y ahora que coma inteligentemente para poder tener un mejor rendimiento y evitar lastimarse. Yo veo el partido y me doy cuenta si tienen buena energía, si se hidrataron bien o si están complicados a nivel digestivo.

Boca Juniors 3-5-2024

Karina Gavini, nutricionista de Racing e integrante del Departamento Médico de Boca

-¿Cómo funcionan las famosas mesas de recuperación?

-Son las mesas que están en el vestuario y datan de hace bastante tiempo, los nutricionistas que arrancamos en el fútbol ya las veníamos haciendo. En esa instancia, con las diferentes cantidades de recursos, empezamos a ver de qué manera se puede cumplir la recuperación: si con las frutas, las bebidas deportivas, la suplementación.

-¿Cómo se organiza, nutricionalmente hablando, un día de competencia internacional?

-Todo se planifica. No es lo mismo jugar de local que de visitante porque, en ese caso, estás fuera de tu casa. Si tenes que viajar, hay que evaluar el tema del descanso pero, también, la alimentación. Uno crea un protocolo en base a la logística. Se llama al hotel para saber los horarios y qué comidas te van a tocar. También se prevé si se come en el avión o si hay que hacer una colación, qué alimentos tenemos a disposición y si hay que tener más o menos seguridad alimentaria. Se estudia todo: desde si tienen que estar en una final o jugar un tiempo extra hasta si van a la altura, al calor o al frío.

Karina Gavini, nutricionista de Racing. (FOTO: Racing)Karina Gavini, nutricionista de Racing. (FOTO: Racing)

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