jueves, 21 noviembre, 2024

Inter Miami, con media hora de Messi, empató en un partido caótico ante Atlanta United y sigue en lo más alto de la MLS

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Inter Miami sumó un punto que vale. El cómodo líder de la Conferencia Este de la MLS, ya clasificado para los playoffs, empató 2-2 en su visita al Atlanta United y llegó a su sexto partido sin perder por la liga estadounidense. Acumula nueve triunfos en sus últimos 11 PJ y se encamina a quedarse con el Supporters Shield, trofeo que premia al mejor equipo de la fase regular y que, quizás, sea el boleto para el Mundial de Clubes 2025.

Lo que más llama la atención es que esta racha, que le permite alejarse de sus perseguidores, se dio con poco y nada de Lionel Messi en cancha. El crack argentino estuvo dos meses inactivo debido a la lesión que sufrió en la final de la Copa América y reapareció el domingo pasado con un doblete para la victoria 3-1 ante Philadelphia Union. Este miércoles, en tanto, Leo y también Luis Suárez fueron suplentes e ingresaron en el complemento.

Está claro que Messi y Suárez, de 37 años ambos, son la dupla ofensiva más temible de la MLS. Sin embargo, el tiempo pasa para todos y por eso el Tata Martino gestiona el desgaste de sus cracks, a los que necesitará tener a punto cuando el campeonato entre en zona de definición. La movida le salió bien. Messi volvió a sumar minutos, su equipó rescató un empate de un partido que pudo ser para cualquiera de los dos e Inter Miami mira a todos desde arriba.

La tenencia estuvo dividida en el comienzo del encuentro. Se disputaban la pelota en la mitad de la cancha y no había un claro dominador. La ocasión más clara la tuvo el equipo rosa con un potente derechazo de Julian Gressel, mientras que el conjunto local se acercó a través del georgiano Saba Lobzhanidze, desequilibrante por la izquierda.

De todos modos, se mantenía el cero y, a medida que pasaban los minutos, Atlanta United abandonó la postura inicial y se refugió en campo propio. Empezó a bajar el ritmo del partido hasta que, en una jugada aislada, Franco Negri se animó a conducir pasando el círculo central y dejó mano a mano a David Ruiz, el autor del 1-0. Messi y Suárez sonreían en la tribuna; Martino, suspendido, apretó el puño en uno de los palcos.

En el complemento mejoró el local. Claro, estaba obligado por el resultado. Por su parte, la visita, frágil defensivamente, volvió a mostrar esa falencia y sufrió el empate de Lobzhanidze a los 11’. Pero rápidamente, dos minutos después, Leonardo Campana marcó el 2-1 de tiro libre y se convirtió en el máximo goleador histórico de la franquicia con 30 tantos dejando atrás los 29 del Pipita Higuaín -Messi tiene 27-.

Después entró Messi, también Federico Redondo y más tarde lo hizo Suárez. Los cambios de Martino parecían ayudarlo controlar el partido. Pero en el tramo final, quizás por el agotamiento físico, se partió el partido y reinó el caos. Ya no había juego en el mediocampo. Lo pudo liquidar con una muy clara ocasión para Suárez, pero el Pistolero falló y en el contraataque facturó el ruso Aleksey Miranchuk con un bombazo media distancia. Fue el 2-2 y así terminó el partido.

Mientras busca al mejor Messi, Inter Miami se mantiene líder en una temporada en la que tiene un único objetivo: ser campeón y llegar al Mundial de Clubes.

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